Pero... ¿¡Se ha vuelto loco?!
“Mi gato me ataca”, “Es un cerdo, se caga en el sofá”, “Se ha vuelto loco”. Algunos hemos oído o pronunciado estas frases. Los gatos a veces dan problemas, pero ¿por qué lo hacen? La respuesta es muy sencilla.
No lo hacen por fastidiar, intentan decirte algo. Cuando se encuentran mal, ya sea porque están enfermos o porque hay algo que les genera estrés, ansiedad o cualquier otro malestar psicológico, intentan hacérnoslo saber para que les ayudemos.
“No lo hacen por fastidiar, intentan decirte algo.”
La mayoría de los gatos intentan llamar nuestra atención partiendo de estímulos muy suaves que pueden ser: mirarnos fijamente, tirar objetos al suelo, subir a lugares a los que no les dejamos, romper alguna planta, etc. Si con eso no logran llamar nuestra atención, prueban otros métodos como arañar los muebles, empezar a mordernos, comer plásticos, maullar constantemente... Y si eso sigue sin funcionar, pasan a hacer cosas realmente muy desagradables, como puede ser orinar en nuestra cama o ropa, volverse realmente agresivos o cualquier otra cosa que pueda sacarnos de quicio.
Normalmente, a mayor malestar y necesidad de atención, mayor es la molestia que nos generan.
Cada gato reacciona diferente a sus problemas y algunos gatos por pequeñas necesidades optarán por llamarnos la atención de formas muy molestas, mientras que otros tendrán que encontrarse muy mal para hacer alguna de las cosas mencionadas más arriba. Incluso el mismo gato puede tener reacciones muy distintas en función del origen del problema. Pero lo importante es el mensaje de todos estos trastornos de conducta: “Tengo un problema y necesito que me ayudes.” “Tengo un problema y necesito que me ayudes”
Bueno, ahora ya sabemos que nos quieren decir y que no lo hacen para fastidiarnos ¿qué hemos de hacer? Lo primero es mantener la calma. Chillarle, reñirle, azotarle, encerrarle, largarlo a la calle... no solo no solucionará el problema, sino que lo empeorará. Así que aunque a veces resulte difícil no hacer una de estas cosas, mantendremos la calma y lo llevaremos a un veterinario para que descarte cualquier problema de origen fisiológico, si está bien de salud, nos pondremos en contacto con un etólogo (como puede ser Gats i Cia.) para que te ayude a identificar y solucionar el problema de tu gato, y acabar con estos desagradables comportamientos.