El juego
El juego es una de las facetas más importantes en la vida de un gato. De pequeños les sirve para desarrollar la motricidad y las habilidades sociales y de mayores les sirve para mantenerse en forma, estimular la mente, matar el aburrimiento y trabajar la autoestima. Si jugamos con ellos, además de todo lo anterior y de pasar un buen rato, fortalecemos nuestro vínculo.
“Si jugamos con ellos después de cenar o antes de dormir, evitaremos que se ponga a maullar o a tirar cosas a media noche.”
Los juguetes los podemos clasificar en dos tipos:
-Juguetes individuales. Son todos aquellos en los que el gato juega solo, como las ratitas y pelotas. Tú se lo lanzas una vez y él se dedica a perseguirlo, cazarlo e incluso lanzárselo unos metros mas allá para volverlo a perseguir.
-Juguetes interactivos. Son aquellos en los que somos nosotros quienes jugamos con el gato, como los juguetes tipo caña, cintas y varitas.
Cómo jugar
Para jugar con los juguetes individuales, lo primero que tendremos que hacer es incentivar a nuestro gato a cazarlo. Le mostraremos el juguete lo moveremos un poco como si fuera su presa y luego se lo daremos para que lo cace. Si no le hace caso, lo volveremos a hacer hasta que el juguete le llame la atención. Importante: Si queremos que nuestro gato juegue, no le llenaremos la casa de juguetes. Si tiene muchos juguetes tirados por todas partes simplemente no le hará caso a ninguno. Siempre tendremos un par de juguetes a su disposición y cada semana o cada 15 días guardaremos esos juguetes y le sacaremos otros dos. Si rotamos los juguetes conseguiremos mantener el interés. Como cuando eras pequeño y encontrabas aquel juguete con el que habías jugado mucho y ya no recordabas que lo tenías.
“Cuando un gato caza, está trabajando y llevarse a su presa es su manera de cobrar el trabajo bien hecho.”
Para usar los juguetes interactivo, hay que simular el movimiento de una presa. Un ratón nunca se quedaría quieto delante de un gato si es consciente de que el gato lo está mirando. Si vuestro gato está agazapado en un rincón o observando desde lejos, no hace falta que mováis el juguete de un lado a otro como locos, pero cuando se lanza a atacarlo, es momento de moverse. ¡Un ratón intentaría salvar su vida! La otra cuestión fundamental al jugar con este tipo de juguetes es dejar ganar al gato. Cuando un gato caza, está trabajando y llevarse a su presa es su manera de cobrar el trabajo bien hecho. Antes de que nuestro gato se aburra y decida marcharse, hemos de buscar un momento en que tenga el juguete bien atrapado y dejárselo para que lo disfrute. Algunos gatos incluso lo cogen y se lo llevan a sus camitas para saborear la victoria tranquilamente. Si no dejamos que nuestro gato gane, se frustrará y perderá el interés por el juego, a fin de cuentas, a él tampoco le gusta trabajar a cambio de nada. Importante: Cuando el gato haya acabado con el juguete, lo recogeremos y lo guardaremos hasta la siguiente sesión de juego. Este tipo de juguetes son peligrosos si se dejan desatendidos ya que pueden ahorcarse con la cuerda o romperla y tragársela. A más a más, no aborrecerá el juguete y cuando lo vea lo identificará con pasar un buen rato y mejorará su predisposición a jugar.
Consideraciones
Los gatitos juegan con cualquier cosa, los adultos también pero planean más antes de atacar. Si tu gatos te está mirando, es que está jugando. Ten paciencia y sigue moviendo el juguete porque se terminará lanzando. Muchas personas piensan que el gato no tiene interés en jugar, pero si está mirando es que está analizando los movimientos de la presa y el entorno. Cuando son inexpertos hacen como en las películas de acción y se lanzan con una patada en la puerta sobre el enemigo sin pararse a pensar, pero según adquieren experiencia aprenden a utilizar la estrategia y entonces el juego se parece más a una película de comandos, donde la táctica es más importante que la fuerza bruta..
El momento adecuado
El mejor momento para jugar es por la tarde y la noche. Los gatos son animales crepusculares y es cuando están más activos y más predispuestos a la caza. Si jugamos con ellos después de cenar o antes de dormir, evitaremos que se ponga a maullar o a tirar cosas a media noche.
Para ir bien, como mínimo deberíamos jugar con ellos una vez al día unos 10 minutos, aunque si podemos más veces y durante más tiempo, más feliz haremos a nuestro gato. La edad no importa, todos los gatos deberían jugar para mantener una buena forma física y llegar mejor a la vejez. Eso si, siempre adaptaremos el juego a su edad. A un gato joven lo podemos hacer correr por toda la casa pero a un gato anciano con mover una pluma a una distancia que pueda alcanzar con solo alargar la pata, será suficiente.
Cosas que nunca se deben hacer
Hay dos cosas que nos han de quedar gravadas a fuego que no se deben hacer por más que nos pueda parecer divertido. Jugar con las manos y jugar con un láser o lucecitas.
Nunca jugaremos con las manos porque le estamos enseñando al gato que somos una presa y más adelante nos atacará indiscriminadamente porque él estará jugando. Además estaremos incentivando su agresividad y durante el juego cada vez nos morderá y arañará más fuerte.
El láser y otras luces y reflejos es una de las causas de mayor frustración en gatos porque nunca pueden terminar atrapando a su presa. No olvidemos que la caza es su trabajo y después de trabajar todos queremos nuestra recompensa, cosa que nunca podrán obtener después de perseguir la luz de un láser.
Jugar de la manera correcta aporta muchos más beneficios que simplemente evitar que nos moleste por la noche. En muchos aspectos el juego ayuda a que los gatos y nosotros seamos mucho más felices y en la mayoría de ocasiones el juego es la mejor terapia (=^エ^=)